Cáritas Diocesana de Teruel atendió a 504 personas sin hogar el año pasado. Además, la ONG ha tenido que incrementar en un 13% las ayudas a la alimentación y en un 32% las destinadas a la búsqueda de empleo.
La subida de la inflación ha sido uno de los principales obstáculos con los que se han encontrado a la hora de desarrollar su labor de inclusión porque se han visto incrementados notablemente los gastos de inversión. En acogida se invirtieron 283.000 euros y en empleo 480.000, un 49% más.
Unos gastos que se financian principalmente con las ventas de sus productos, las inversiones públicas de las escuelas taller, y las donaciones, que han subido un 7%, aunque la aportación de socios ha disminuido un 3% y también lo han hecho las campañas institucionales y la aportación privada.