Esta medalla es la tercera de España en este Mundial, tras las conseguidas por la andaluza María de Valdés, que se colgó la plata en los 10k de aguas abiertas, y la de los saltadores Adrián Abadía (balear) y Nicolás García Boissier (canario), que hicieron historia al conseguir el bronce en el trampolín 3m sincronizado, la primera medalla en saltos en la historia de un Mundial para España.
La sevillana Ozhogina y la barcelonesa Tió sumaron 258,0333 puntos, 1,4 menos que la pareja británica y ocho puntos menos que las asiáticas, que estuvieron a un nivel superior, una vez superada la crisis con el nuevo reglamento que sufrieron en el pasado Mundial.
Las españolas estrenaron una nueva coreografía. Jugaron con el concepto 'Beat it', una canción 'a capella' de Mickael Jackson con la que Ozhogina y Tió firmaron un buen ejercicio, acompañando con su voz la ejecución del mismo.
Y eso que, vestidas de oro y negro, las españolas ofrecieron una rutina con riesgo. Cinco elementos, tres oportunidades para lucir todas las dificultades en juego, dos híbridos, una subida y luchar con la apnea con poco margen de recuperación.
Y no decepcionaron. Contemplaron temerosas desde el sofá blanco al pie de la piscina la nota. No hubo penalización y, a falta de la salida de las chinas, eran segundas en la clasificación, así que se habían asegurado medalla.
El bronce de Ozhogina y Tió es un nuevo paso en la carrera de este dúo que tendría que culminar con su presencia en los Juegos, aunque para ello necesitan conseguir la clasificación, algo que se desvelará en los próximos días.