"¿Si me sienta mal que se diga que el Barça es sólido? No, que va. Eso lo sabemos todos, yo también", contestó cuando le explicaron que José Ángel Ziganda, entrenador del Athletic, había destacado la solidez de su Barça.
Valverde reconoció que sus jugadores jugaron "a un gran nivel" en la primera mitad, pero que se relajaron tras el descanso. "En la segunda quizá hemos levantado inconscientemente un poco el pie del acelerador", apostilló.
Efectivamente, el Barcelona pareció pensar en el parón liguero por los compromisos nacionales en la reanudación. Y Valverde, estas dos semanas sin competición más que un problema los considera una bendición. "Estamos donde queríamos estar a estas alturas de la temporada. Y ahora perdernos de vista y desconectar un poco creo que nos vendrá bien a todos", opinó.
Tras 29 jornadas, el Barcelona sigue invicto en LaLiga Santander, pero cuando se le recordó pidió "no tentar a la suerte" hablando de ello, "porque el próximo desplazamiento (al Sánchez Pizjúan) es bastante difícil". Además insistió, una vez más, que "el triplete está lejos".
Valverde, que puso "una nota altísima" a Ivan Rakitic como recambio de Sergio Busquets en la posición de pivote defensivo, también se deshizo en elogios hacia Ousmane Dembélé, que poco a poco se va asentando en el once titular. "Dembélé es un jugador que tiene unas cualidades inmensas y creo que todavía tiene mucho margen de mejora", indicó sobre el punta francés.
De su amigo Ziganda dijo que es "un entrenador muy capaz" y se mostró sorprendido cuando le preguntaron si, como técnico, aún podía
enseñarle alguna cosa a Leo Messi . "Yo de Messi lo que espero es que él me enseñe cosas a mí, porque cada día le descubro algo diferente. Él es muy consciente de lo que tiene que hacer y de lo que el equipo necesita en cada momento", sentenció.