JORNADA 5 | ALMERÍA 0-1 ATLÉTICO

El balón parado vuelve a dar la victoria a un desconocido Atlético

Un solitario gol de Miranda, otra vez a balón parado, dio los tres puntos al conjunto de Simeone, en un partido muy gris en el que no disiparon ninguna de las dudas mostradas y en el que acabaron pidiendo la hora.

ondacero.es

Madrid | 24.09.2014 22:22

Los jugadores del Atlético celebran el tanto de Miranda
Los jugadores del Atlético celebran el tanto de Miranda | Agencia EFE

El Atlético de Madrid se hizo con los tres puntos en un partido muy disputado, en el que el Almería les acabó haciendo pedir la hora. Miranda, por tercera vez en cinco partidos, anotó el gol rojiblanco. Otra vez el balón parado y otra vez a pase de Koke, que ya lleva cuatro, el brasileño le dio la victoria a los madrileños, que disputaron un partido muy gris que no disipa ninguna de las dudas mostradas.

Primera parte muy floja en los Juegos Mediterráneos. El Atlético dominó la posesión sin problemas, ante un Almería que se cerró bien atrás y no mostró ninguna debilidad a nivel defensivo. Los rojiblancos saltaron al césped sin delanteros puros, ya que Mandzukic causó baja y Jiménez y Cerci empezaron desde el banquillo.

Sin alguien para pescar balones altos, la defensa rojiblanca insistió sin mucho sentido en los balones altos, que no causaron apenas problemas a Trujillo y Dos Santos, la pareja de centrales del Almería. García y Griezmann, que no destacan precisamente por la altura, se mostraron muy grises y desaparecidos, aunque cuando tocaron el balón al borde del área, creaban peligro.

El Almería desde el principio se mostró claro. Solidez defensiva y velocidad al contraataque, aunque la defensa colchonera no tuvo demasiados problemas. Los andaluces inquietaron muy poco a Moyá, que en todo momento se mostró muy seguro.

La primera gran oportunidad de los primeros 45 minutos llegó de la cabeza de Godín. El Atlético volvía a demostrar su poderío en el balón parado y Godín remataba muy duro abajo haciendo que Rubén se luciese sacando la pelota con los pies.

La siguiente, probablemente la más clara, salió de las botas de Tiago. El portugués, que hizo pareja en mediocampo con Mario Suárez, recogió un pase atrás de Siqueira y disparó muy fuerte. Rubén tuvo que lucirse y mandar el balón a córner.

El portero gallego, seguro en sus intervenciones, apareció otra vez en los últimos instantes de la primera mitad, sacando otra vez con una muy buena estirada un disparo desde dentro del área de Raúl García, que, en ausencia de Koke, llevó el brazalete atlético.

En la segunda parte, el Atlético salió algo más despierto, dominando el balón y creando peligro en el área del Almería. La entrada de Saúl por Mario le dio algo más de continuidad al juego rojiblanco, que dominó mucho más la posesión. El Almería, por su parte, continuaba intentando rápidos contraataques, pero Godín y Miranda se mostraron muy seguros atrás.

El propio Miranda anotó el único tanto del encuentro. Como no, a balón parado, el central brasileño remató un saque de esquina de Koke en el primer palo, a pesar de estar bien marcado por dos hombres. El central rojiblanco lleva así tres goles en cinco partidos, siendo el máximo goleador colchonero, con Koke con cuatro asistencias.

Con el gol, el Atlético tuvo 10 minutos de dominio de juego, que poco a poco fueron desapareciendo. Los cambios ofensivos de Francisco, con la entrada de Soriano y Thievy, hicieron que el Almería se hiciese con el balón y apretase al Atlético.

Los de Simeone no tuvieron otra elección que cerrarse atrás e intentar buscar algún que otro contraataque, además de intentar tocar el balón ante la alta presión almeriense. La oportunidad más clara llegaría 7 minutos antes del 90. Verza disparaba de falta fuera por milímetros e inquietaba a Moyá.

El partido terminó con el Atlético pidiendo la hora y con Simeone cabreadísimo en su palco en los Juegos Mediterráneos. Los colchoneros se llevaron los tres puntos en un gris partido, que no despeja las dudas presentadas en los primeros encuentros de liga. Mucho tienen que mejorar los del Cholo, que, de momento, están muy lejos del nivel del año pasado.