Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar, recoger datos estadísticos y mostrarle publicidad relevante. Si continúa navegando, está aceptando su uso. Puede obtener más información o cambiar la configuración en política de cookies.

Disfruta de la app de Onda Cero en tu móvil.

EL BISTURÍ

El 'pepinazo' alemán

Los problemas ligados a la seguridad alimentaria se abordan desde una perspectiva integral, desde la producción primaria hasta el consumidor, es la forma de disponer de información completa en toda la cadena.

Dr. Bartolomé Beltrán | Madrid | 02/06/2011

Precisamente la AESAN, ante el problema acaecido sobre la presunta relación del consumo del pepino con la infección por E. Coli, está llevando a cabo una labor de coordinación de la información generada con el resto de las Comunidades Autónomas y de gestión de las actuaciones que ha permitido manejar esta situación con la diligencia adecuada y marcando los pasos lógicos en el control de este tipo de situaciones.

Aspectos básicos como aplicar correctamente la trazabilidad ayuda a profundizar en el conocimiento de la estructura de la cadena alimentaria, con el fin de poder detectar y corregir posibles fallos estructurales. El poder identificar el origen de un alimento y poder seguir su rastro durante toda su vida útil, favorece la seguridad y otorga crédito al producto.

El hecho de disponer en nuestro país de una red de alerta como es el SCIRI (Sistema de Intercambio Rápido de Información), donde la AESAN es punto de contacto hace que cualquier situación de seguridad alimentaria que acontezca automáticamente active la información entre todas las Comunidades Autónomas y la propia AESAN.

A nivel europeo ocurre lo mismo, existe una Red rápida de alerta para alimentos y piensos denominada en acrónimo como RASFF, que facilita ese contacto inmediato entre los 27 países cuando hay alguna información relevante que transmitir, por eso sorprende y mucho que en este caso de los pepinos, una senadora de Hamburgo se haya saltado las herramientas de las que se disponen y haya canalizado información directamente a los medios, cuando aún no está demostrado que los productos españoles hayan sido los causantes de esta enfermedad, incluso parece a raíz de las últimas informaciones la propia senadora se está encargando de comunicar de nuevo que los pepinos españoles no están asociados con la enfermedad, al no coincidir el serotipo de la bacteria aislada en las personas enfermas con las del supuesto producto implicado, por lo que supongo que alguien tendrá que asumir la responsabilidad de haber puesto en cuarentena a todo un sector hortofrutícola tan importante como el español que deberá pedir indemnizaciones ante las cuantiosas pérdidas que estas informaciones han generado. Es lo que hay.  Seguro.