Los complementos alimenticios también a veces llamados suplementos dietéticos, son esos productos que completan una dieta insuficiente.
Como sabes en la dieta se encuentran los macronutrientes, que son los que dan la energía al cuerpo: proteínas, carbohidratos y lípidos, y luego están los micronutrientes que son esas sustancias reguladoras y precursoras de funciones vitales que necesitamos pero en dosis más pequeñas, fundamentalmente vitaminas y minerales.
Dicen que no es lo mismo un suplemento dietético que un complemento alimenticio. Que los suplementos cubren la falta de un micronutriente que no aporta la dieta y un complemento refuerza los nutrientes que se ingieren en los alimentos pero en cantidades mínimas. Y en esas cantidades está el lío porque como en la mayoría de los productos no están establecidas las dosis… uno no sabe si el complemento está cumpliendo su finalidad.
Como te decía, en principio, las autoridades españolas solo admiten definir como complemento alimenticio aquellos productos formulados con vitaminas y minerales. Pero en esto hay mucha confusión porque no hay un marco regulador común en la unión europea ya que pueden encontrarse en el mercado como alimenticios, medicamentos tradicionales a base de plantas o productos sanitarios, dando lugar a que el mismo producto pueda ser considerado como un complemento alimenticio en un estado de la UE y como un medicamento en otro.
Como dice Anna Vilaseca farmacéutica y responsable del laboratorio Pileje, no hay que confundir el medicamento y el complemento alimenticio, porque estos últimos no tratan, o curan enfermedades, complementan una alimentación deficiente. Por eso en su comercialización no pueden hacer referencia a que curan, ni sustituyen una comida sino que, en los casos que sanidad lo permite, solo pueden decir que ayudan a… o contribuyen a… con una serie de claims ya establecidos y recordando siempre que nunca sustituyen una comida. Busca productos naturales que porque estos micronutrientes se absorben mejor y laboratorios de confianza que cumplen la normativa.
Los complementos alimenticios no necesitan receta y pueden adquirirse en cualquier tipo de establecimiento, pero si puedes, mejor que sea un profesional de la salud quien te lo recomiende o te asesore porque algunos además pueden interferir con medicamentos.
Este tipo de productos están pensados para tomar durante un periodo limitado de tiempo, no porque puedan ser perjudiciales, sino porque una vez restablecidos los niveles ya no es necesario. Y el exceso es igual de malo que el defecto de micronutrientes. Además muchos de ellos son liposolubles y nuestro cuerpo si no lo necesita lo eliminará haciendo que tengamos la orina más cara del planeta…. Y no creo que estemos para despilfarrar…
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