El pasado mes de junio, los anuncios de la selección del Cannes 2020 que no se celebraría de forma física nos dejaron dos buenas noticias con sabor español. La primera fue que Fernando Trueba había sido elegido con su película 'El olvido que seremos', que competirá por el Oscar en nombre de Colombia; la segunda fue que una coproducción francoespañola, una película de animación que cuenta la historia de un dibujante republicano que fue internado en un campo de concentración galo, también estaba en la lista. El nombre de esa película es 'Josep', se centra en la vida del catalán Josep Bartolí y está dirigida por Aurel, uno de los artistas gráficos más prestigiosos del país vecino.
"Salir a la luz es algo nuevo para mí, estoy acostumbrado a estar solo en mi mesa de dibujante", decía Aurel al comienzo de su charla con Kinótico en la Seminci de Valladolid, por donde pasó la película y Aurel consiguió ex aequo el premio al Mejor Director. "A la vez lo esperábamos y no lo esperábamos", reconocía sobre el sello Cannes 2020, "pero empiezas a darte cuenta de que es verdad cuando empiezan a llamarte los actores [Sergi López o Silvia Pérez Cruz, que también interpreta la banda sonora]. Tener el sello de Cannes es increíble, porque es la validación de un proceso creativo. Comencé el proyecto sin saber cuál sería el paso siguiente, descubriendo cómo se hacía una película de animación". Ese proceso le ha llevado, por ejemplo, a que la película esté nominada a los Premios del Cine Europeo.
Este viernes 4 de diciembre, 'Josep' llega a los cines españoles de la mano de Filmin. Y lo hace como una película concebida de una forma poco usual. No es una película animada, es una película "dibujada". Aurel lo explica así: "Para mí, la forma de la película está basada únicamente en el dibujo. Le damos forma gracias a la vibración del trazo y los movimientos de los labios, pero la puesta en escena está imaginada para dejar toda la fuerza de la historia al dibujo, sin que se mueva. [...] La parte más agradable para mí fue dar sonido a mis dibujos, porque era una manera de responder a una frustración mía de toda la vida, que mis dibujos no tuvieran sonido. Y gracias al cine, se puede".
