Con la carta en mano del informe al plan de estudios de la academia de Bellas Artes de San Fernando que escribió Goya en 1772, Isabel Lobo, objeta sobre objetos que graban pensamientos. Esa misiva proviene del gabinete de grabados de Goya, que actualmente está en proceso de restauración, y en ese mismo lugar es donde Isabel se encontró al protagonista sobre el que objeta en esta ocasión: el tórculo. Se trata de una prensa calcográfica que se utilizaba para la impresión de grabados en metal o calcografías. La invención de este objeto marcó un antes y un después en la industria de la imprenta.
La real academia de Bellas Artes de San Fernando posee la más importante colección de láminas de grabado calcográfico de España. El número de matrices metálicas supera las ocho mil obras, abarcando un amplio periodo cronológico, desde el siglo XVI al XXI. El principal tesoro conservado en la Calcografía Nacional son las láminas de cobre grabadas al aguafuerte por Francisco de Goya, obras cumbres de la historia universal del grabado.
