Puigdemont prometió a sus seguidores que les daría la luna, pero sólo les ha dado un telescopio para verla de lejos. Y ahora, entra en fase táctica de supervivencia política. Tratará de poner el foco en la reacción del Gobierno central. Porque Puigdemont pretende aparecer ante la Unión Europea como el hombre bueno, dispuesto a ceder en sus reivindicaciones, para favorecer un proceso negociador, que es lo que le pedían las autoridades de Bruselas. Y si Rajoy se niega a negociar, o plantea muchas exigencias, Puigdemont le acusará de intransigente. Esa es la nueva fase en la que hemos entrado. Los independentistas han sabido jugar con inteligencia durante el procés, pero cuando se suponía que iba a culminar... resulta que el procés continúa. No se pierdan el próximo capítulo.L