A raíz del discurso de una hora que Pedro Sánchez dio en la Casa de América de Madrid, Rafa Latorre, asegura que "hay palabras que revelan que quien las pronuncia solo pretende llenar el silencio". Y considera que "una hora que es el tiempo que calcularon que los medios gráficos tendrían suficiente material de los asistentes".
Además, explica que estaba todo el mundo, menos el ministro Castells, "del que empezamos a sospechar que jamás haya existido y que es solo un avatar creado por un bromista del gabinete presidencial", dice.
También recuerda que en el discurso de Sánchez, se pronunció la palabra fetiche "unidad", por lo que se pregunta "¿quién no quiere unidad cuando está en el Gobierno?" y añade que "de ahí que sea precisa la mínima cortesía de informar a quien se desea unificar, para qué le pide su apoyo". Por lo que concluye que "es tan ridículo que Pedro Sánchez le solicite a Casado apoyo a un proyecto todavía inexisente, como que Casado se lo niegue".