Hay personas que son súcubos, absorben la energía de otras y las llevan hasta el límite. La protagonista de esta novela lo ha sobrepasado y ha optado por la muerte. Mientras se desangra comienza a recordar las mordaces frases de Woody Allen sobre la muerte. Con esta excusa, Rosa Peñasco habla de un tema muy serio, con esa nota de humor ácido y mordaz. No porque el tema no sea serio, lo es y mucho, pero con humor las cosas de acomodan en nuestra memoria. A ello ayudan frases como "Morir es como dormir, pero sin levantarse a hacer pis" o "Los mosquitos son los únicos que mueren entre aplausos".