LA SIGNATURA

La intranquilidad del Barcelona

El Barcelona es ese club que ganó una eliminatoria de Champions al Nápoles en un momento delicado y con un motivo de auténtica alegría para los aficionados y acaba enfrentado y con el discurso mirando hacia las críticas periodísticas más que a saborear el triunfo deportivo.

Eso es lo que consiguió Xavi al término del partido desviando el punto de atención de lo que era una gran alegría a haber conseguido el pase y estar entre los ocho mejores equipos de Europa y por tanto haber cumplido con el presupuesto y los objetivos europeos, para centrarlo en la guerra personal que lleva con respecto a las críticas que ha venido recibiendo el equipo y él en persona, de los medios de comunicación, que veían que el rendimiento de la plantilla a lo largo de la temporada hasta este punto no había sido satisfactorio.

Fue un grave error de Xavi, no solo sacar pecho por algo que es casi,casi una obligación por presupuesto en el Barcelona, a pesar de las ausencias y por historia, sino porque se equivoca dando tanta importancia y autoridad a las críticas que ha recibido él y la plantilla hasta el momento.

Los medios de comunicación están para contar lo que hay, no para disimular los fallos o para dulcificar las derrotas, para explicar a su manera, lo que consideran que es el día día del Club, y ahí Xavi, que nos decían que conocía perfectamente el entorno del club y el propio club, ha demostrado que no ha sabido gobernar ni dominar esa situación y que está perdiendo la batalla precisamente por ese aspecto, y muy mal asesorado por gente que ha estado en los medios de comunicación y que está suelto del club.

Lo que fue un gran día de alegría lo salpicó con esos comentarios que desvían la atención y que minimizan la victoria haciendo un ruido innecesario.

Pero es que este es el club de los líos, el club de la intranquilidad permanente y diaria, del sobresalto permanente y hoy dos días después de una alegría llega otra noticia que puede generar cierta intranquilidad, como es el anuncio del vicepresidente económico de abandonar el club al final de la temporada. La escenificación de su adiós con el presidente a su lado y con palabras emocionadas de Eduard Romeu y del propio presidente indican que no ha habido un distanciamiento, sino simplemente un problema personal y profesional en la propia figura del responsable económico del club.

Éste dice irse con el deber cumplido, pero no deja de ser significativo que se están marchando Los hombres de peso, de más peso, de la junta directiva en toda las áreas y tanto directivos como ejecutivos y que cada vez queda menos gente afín a Joan Laporta, de los que iniciaron el camino electoral.

La faceta económica hoy en día es fundamental en el Barcelona y es absolutamente necesario que el sustituto de Eduard Romeu sea un hombre de garantías y de mucho peso específico y capacidad de decisión para enderezar aún más si cabe la maltrecha economía del club y la dirección económica del Barcelona. De lo contrario, volverán los problemas.

Alfredo Martínez

Catalunya |