Un parón de selecciones nunca le vino tan bien al Barcelona. Y eso que son dos semanas sin fútbol y que vienen después de una derrota. Nunca es fácil de digerir y sobretodo si queda tanto tiempo hasta el próximo partido en el que puedes cambiar las sensaciones.
Ese efecto se ha conseguido con la ratificación express de Joan Laporta en la previa del partido ante el Atlético de Madrid. A partir de ahí , se ha rebajado la tensión, se ha tranquilizado al entrenador y se ha ganado algo de tiempo para tratar de rearmar al equipo.
La duda es si será suficiente tiempo y si se podrá rearmar bastante como para tratar de competir como se le exige a un club como el Barcelona.
Es evidente que será muy difícil dar un salto cualitativo muy importante en apenas dos semanas pero viniendo de donde se viene seguro que habrá una mejoría considerable.
Todas las miradas apuntan , evidentemente a Ansu Fati. Es el jugador diferencial. Es el futbolista con mayor margen de recuperación y de mejora que hay ahora mismo en la plantilla. Tras ir cogiendo ritmo poco a poco parece que a la vuelta del parón ya estaría para disputar algo más de una hora de partido , que hablando de un futbolista de la calidad a de Ansu puede ser bastante y empezar a marcar diferencias.
El problema especialmente esta temporada del Barcelona en el arranque radica en la delantera. Creo que estamos casi todos de acuerdo en la falta de verticalidad y definición que padece el equipo en el primer tercio del campeonato. Y eso es debido a que es donde más ausencias tiene. Parece que pronto el Kun se unirá a la causa y son más jugadores diferenciales arriba para ayudar al solitario Memphis. Más largo será el regreso de Ousmane Dembelé pero todo suma . A poco que aporte algunos goles y desborde y calidad, el Barcelona volverá a ser más reconocible. No muchos jugadores abren tanto el campo, y esta plantilla carece de extremos claros.
Si a ello le sumamos la recuperación de Pedri al cien por cien y la de Jordi Alba invita a pensar que si, que esta vez el parón a pesar de venir de una derrota es toda una bendición. Al menos sirve para ganar tiempo.