No ha habido sorpresas en el texto. El Govern ha recogido en el decreto de emergencia habitacional aprobado este lunes las medidas que le había planteado las asociaciones y patronales más representativas del sector. Tras aplazarse su aprobación el pasado viernes, un Consell de Govern extraordinario ha dado luz verde a la normativa que pretende romper con las políticas de vivienda que se han aplicado en las dos últimas legislaturas.
El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Baleares, Luis Martín, ha augurado en el programa Illes Balears en la Onda de Onda Cero que, de forma rápida, se va a poner vivienda en el mercado con el objetivo de alcanzar los 3.000 pisos y casas, aunque "todo dependerá de la tramitación y la letra pequeña del decreto".
Martín sostiene que son medidas "muy interesantes" y destaca que la inversión correrá a cargo del sector privado, "que es más dinámico que la administración". "Estamos satisfechos", señala el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de las islas, porque "se han tomado en cuenta las medidas que veníamos reclamando desde hace más de ocho años" y añade que el decreto "tiene que favorecer la puesta en marcha de vivienda asequible.
Además de introducir la figura de vivienda a precio limitado, el decreto de emergencia habitacional permitirá que los edificios ya construidos puedan aumentar su altura, reconvertir locales comerciales en viviendas, ceder suelo público al sector privado, dividir los grandes pisos en otros más pequeños y que la administración aumente el parque público en edificios inacabados o en estado ruinoso. Otra novedad es la creación del coalojamiento y la covivienda, una nueva tipología de alojamiento con espacios comunes complementarios que podría utilizarse para resolver la falta de vivienda entre los sanitarios o los docentes destinados en las Pitiusas.
