Sara Fernández, debuta desde el CMX como representante de los jóvenes, y explica la cantidad de oferta de ocio que se encuentran. Tanta que muchas veces ni les llega todo lo que hay, reconoce. Los festivales de música figuran a la cabeza, sin olvidar las sempiternas fiestas de prao. Esas también las había cuando Elena Díaz, representante de los mayores, era joven, aunque con un concepto más de romería "para los del pueblo". El resto eran sesiones de cine y poco más. Alguna escapada al parking y más bien cerca.
Los jóvenes de antes y de ahora siempre supieron divertirse, eso no ha cambiado, y hubiese mucho o poco, un Ayuntamiento que organizase eventos o no, los recuerdos del verano siempre son buenos. Elena echa de menos oír tocar el acordeón...
También es destacable la diferencia en lo que a conciliación se refiere. Antes no había ni 11x12 ni nada que ayudase a conciliar más allá de algún campamento. Ahora hay tanta demanda que 5.000 niños y niñas se han quedado en lista de espera para este verano. A muchos padres y madres les toca buscarse la vida como pasaba antes.
Mención también para la repetitiva relación de juventud, ocio y alcohol. Elena advierte que son peores muchos mayores, y Sara recuerda que desde el Conseyu de la Mocedá se hace hincapié en la prevención.