Luis Antonio de Villena presenta en Por Fin ‘Miserable vejez’. Un libro en el que el autor ha querido “pintar la vejez y mi vejez avanzando, desde muchos ángulos, culturales, vitales, cotidianos, incluso observando las calles y gentes de mi barrio madrileño. La vejez se repite porque es el solo tema. Pero soy y he sido abogado, enamorado, defensor de la juventud. Por eso (y por contraste) las pinceladas juveniles pretenden mostrar que, solo aferrado a la pasión, al arrecho y al entusiasmo de la juventud y con juventud, logras que no se arrugue el alma. El cuerpo es torpe y sin gracia, pero el corazón que ama el exceso joven sigue ardiendo en la vieja llama. El deseo como fármaco. Amo la juventud y detesto la vejez, ni bella, ni noble ni sagrada”.
A la vejez le acompañan las arrugas, la soledad, la ausencia, pero también en este caso la juventud. Luis Antonio de Villena da pinceladas de vitalidad en ‘Miserable Vejez’, un libro que pretende mostrar al lector que solo aferrado a la pasión y al entusiasmo propio de la juventud se logra que el alma no se arrugue.