Desde su despacho, con gesto tranquilo y discurso firme, Donald Trump vuelve a marcar la agenda mundial. El presidente de Estados Unidos ha resucitado su lucha contra un enemigo familiar: Irán.
Ya lo había hecho en 2018, cuando rompió el acuerdo nuclear.
Luego vino enero de 2020 con un ataque con dron que acabaría con la vida del general iraní Qasem Soleimani. En ese momento el mundo contuvo el aliento, como lo hace ahora. La orden de Trump de bombardear Irán ha supuesto la entrada del país americano en la Guerra…
En el otro frente, Israel e Irán han cruzado una línea peligrosa. El 13 de junio, Israel lanzaba un ataque quirúrgico y masivo sobre centrales nucleares iraníes. En respuesta, Irán bombardeaba con misiles balísticos Jerusalén y drones sobre Tel Aviv.
Las sirenas suenan, los refugios se llenan. El conflicto ya no es encubierto. Es guerra abierta.
