El domingo pasado, de madrugada, en el pueblo de Sara, Arenas, cayó la tormenta del siglo. Su padre empezó a meter a los animales en una barca, con eso os digo todo… Ocurrió entre las 5 y las 6’30 de la mañana y su casa parecía un after de la época de Chimo Bayo Unos truenos "¡¡Que te pe tan tan tan que tumban ban ban banana!!"
El asunto es que las tormentas o te paralizan, como a Sara, o te flipan, como a su hermano. Oye, desde niño, se ponía a mirar al cielo y sonreía con los relámpagos. Pero ella es lo opuesto. Un avestruz a sulado es Arya Stark… Se bloquea. Se anula. Sólo puede hacer una cosa: taparse con la colcha y abrir mucho los ojos.
Que lo de taparse uno la cabeza pues se entiende.. esa sensación de casa, de pared protectora, aunque en su caso era una colcha de algodón de su edad, de su quinta. Y es menos protectora que fea… Y ahí debajo sufría de hipoxia pero la taquicardia no se iba.
Lo peor es que no las temía hasta los 14 años porque vivían en un bloque de pisos y su madre le había dicho que había pararrayos. Y yo iba toda chula con las tormentas jugando al desafío. Cogía secadores y se bañaba con ellos, no apagaba el router. Sacaba a su abuela a la terraza descalza para que se le pusieran los pelos como a Pumuki…
Pero un día se le escapó la verdad: “eso no es un pararrayos, cariño, es la antena del bloque”… Así que a pesar de estar en contra de la mentira en general y a los peques en particular… PADRES Y MADRES DEL MUNDO: ¡CLAVAD UN TENEDOR EN LA CHIMENEA DE LA CASA Y QUE VUESTROS CACHORROS CREAN QUE ES UN PARARRAYOS COMPACK!
