Tradición de las democracias es que una vez celebradas las elecciones quien haya perdido sea el primero en felicitar al vencedor. Lo entendíamos así, pero parece que algunos políticos quieren acabar con esa tradición muestra de nobleza y educación.
En los últimos tiempos, algunos mandatarios han actuado así: primero fue Trump y ahora Bolsonaro. Al día siguiente de perder unas elecciones han desaparecido durante horas y han evitado felicitar a sus adversarios. ¿Qué objetivo tiene esta actitud? ¿Es una táctica cuidadosamente planificada o es un arrebato infantil? ¿Qué efectos pueden tener estos modales sobre la democracia del futuro?
Por eso, nuestro sospechoso de domingo, Sabino Méndez, reflexiona sobre qué se proponen: ¿sembrar dudas sobre el resultado? Si es así, "lo hacen muy mal" porque si están disconformes, lo legal es plantear una reclamación frontal y no hacerlo "les coloca en una posición de mal perdedor".
"Se quejan mucho, difunden sospechas, pero no quieren dejar de jugar en el gran tablero democrático. De ahí esa ambigüedad presente en sus quejas, como remoloneando, amenazando, pero sin salirse del sistema porque en el fondo quieren seguir alimentándose de él", afirma.
También en Por fin no es lunes
- ENTREVISTA EN 'POR FIN NO ES LUNES'Los 'perrhijos', el nuevo modelo familiar que se afianza en España: "Es más fácil conciliar con una mascota que con un hijo"
- ENTREVISTA EN POR FIN NO ES LUNESPor qué me duele la rodilla cuando va a cambiar el tiempo: una experta da la respuesta
- SOSPECHOSOS DE DOMINGOSabino Méndez: "El contacto visual nos da información sobre el pensamiento y las emociones de los demás"
- ENTREVISTAS POR FIN NO ES LUNESJaime Urrutia :"Nuestro éxito era que en las canciones hablábamos de lo de aquí"
- GENERACIÓN INTRÉPIDALos jóvenes que divulgan sobre el entorno rural y luchan contra la despoblación
Pero, ¿son sus comportamientos meras rabietas de niños malcriados? No, aunque tengan también ese perfil. "Ambos quieren extender calumnias, quieren sacar del foco el centro del verdadero debate democrático y quieren sustituirlo por una batalla de votos", explica.