En momentos como estos de incertezas, de no saber lo que pasará mañana, es cuando nos damos cuenta de que una de las mayores aspiraciones de los seres humanos ha sido siempre intentar prever el futuro para estar más protegidos y preparados. De ahí la abundancia de soluciones mágicas, teorías, y farsantes embaucadores que quieren aprovecharse de esa inquietud. Lo cierto es que la única manera de poder acercarnos un poco a lo que va a pasar en el futuro es usar la deducción. Mirando los datos que tenemos, intentar estar preparados para lo que venga deduciendo lo que podría suceder. Ese es el método que siempre ha seguido la ciencia y ha funcionado. Nos ha permitido crear industrias, proyectos de investigación y exploraciones.
Si todo eso es tan importante para la vida humana. ¿Por qué descuidamos la enseñanza de la lógica en los más pequeños? ¿Por qué no las enseñamos a deducir más correctamente desde la guardería? ¿No sería mejor, para la vida que les espera, saber cómo deducir con más probabilidades las consecuencias lógicas de las cosas que pasan a su alrededor? Estas son las preguntas que se plantea hoy nuestros mítico de domingo, Sabino Méndez.
