La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha anunciado que la población mundial ha alcanzado la cifra de 8 mil millones de habitantes en el planeta. Estos datos muestran un crecimiento evidente pero, a su vez, contradictorio, ya que hay una explosión demográfica en las zonas más pobres del mundo y una crisis demográfica en los países ricos de Occidente, que cada vez están más envejecidos.
Con este crecimiento, los demógrafos expertos tasan la población española de 2050 en cerca de 10 mil millones de personas, algo que se produce desde la revolución industrial a un crecimiento exponencial de mil millones por década. Ante esto, aseguran que, con los medios actuales, es imposible mantener a tanta gente, por lo que sería imprescindible aumentar la inversión en ciencia y tecnología para frenar el deterioro de la calidad del aire y del mar.
Ignacio Varela plantea distinción de dos partes distintas en el mundo. En la parte pobre, las mujeres tienen hijos a una corta edad con 120 millones de embarazos que no son deseados y la gente se muere antes debido a una sanidad precaria. Este sería el foco de la sobrepoblación, donde se calcula que una gran parte de la población de 2050 estará concentrada en 8 países de África e India, la cual se convertirá en el país más poblado del mundo.
Por otro lado, está la parte rica. Esta, en comparación, tiene buenos medios pero la edad de tener hijos es más avanzada (31 años en España) o se opta por no tener hijos, lo que produce una población más envejecida. En concreto, las cifras de la tasa de reposición datan a España con una media de 1,3 hijos por mujer, tres décimas más que la Ciudad del Vaticano, algo que debería estar en 2,1 nacimientos para mantener una población generacional equilibrada. Esto produce una población envejecida donde los hijos se crían rodeados de adultos a diferencia de la década de los 50 y 60.
De esta distinción, Ignacio Varela, comenta las consecuencias de mestizaje que va a tener nuestra sociedad con muchas etnias, culturas, costumbres y lenguas maternas. "La inmigración es nuestra única salvación", así comentaba criticando a los que todavía lo ven como un problema. Esta es la única manera ya que, al tener una edad media tan avanzada, hay necesidad de gente joven que alimenten la economía con sus impuestos y así se pueda mantener las pensiones, entre otros fines.
