Joan Vila, más conocido como El celador de Olot, fue condenado hace 6 años a 127 años y medio de prisión por asesinar a 11 ancianos utilizando productos cáusticos, cócteles de barbitúricos e inyecciones de insulina.
Vila nació en Girona en el seno de una familia humilde y se caracterizaba por ser retraído, introvertido y reservado. Estudió para ser auxiliar de enfermería y en 2005 consiguió un contrato en la residencia geriátrica La Caritat, donde realizó estos asesinatos.