En Por fin no es lunes, en Esto te va a sonar, rescatamos un sonido que esconde detrás una historia. Esta semana se trata de un sonido histórico, de 1957, tan trágico como entrañable. El momento en que la perrita Laika fue lanzada en la nave Sputnik 2, convirtiéndose en la primera criatura terrestre en conquistar el espacio.
Laika era una perrita de dos años, mestiza, que deambulaba por las calles de Moscú y que estaba acostumbrada a pasar frío y hambre. Era dócil y tranquila, con lo cual reunía las características idóneas para ser entrenada y para sobrevivir en situaciones extremas. En un principio, el Ejército soviético seleccionó a diez perros callejeros. De ellos, quedaron 3: Laika, Albina y Mushka. Albina ya había volado en varios vuelos suborbitales y decidieron preservarla. Mushka tenía un defecto en las patas y era poco fotogénica para los fines propagandísticos de la URSS. Así que solo quedaba Laika, a la que sometieron a un duro entrenamiento.
Para que pudiera adaptarse al espacio de la cabina, que tenía el tamaño de una lavadora, la metieron en cajas cada vez más pequeñas. Además, fue sometida a la acción de una centrifugadora y también a una caja con ruidos que simulaban el momento del despegue del cohete. También se acostumbró a la comida en forma de gelatina y también tuvo un traje espacial diseñado para ella.
El 3 de noviembre de 1957 Laika fue lanzada al espacio desde Kazajistán. Lo que no nos dijeron es que aquél era un viaje sin billete de vuelta. La misión consistía en recoger datos sobre las constantes vitales de Laika durante el viaje orbital. El equipo ya sabía que iban a enviarla a su muerte. Algunos incluso llegaron a mostrar sus remordimientos por haberlo hecho. Antes del lanzamiento, el director del programa de entrenamiento quiso obsequiar a esta perrita con un poco de felicidad y se la llevó a su casa para que jugase con sus hijos. Dijo que quería hacer algo bueno por ella, ya que le quedaba muy poco tiempo de vida.
En realidad, la misión fue creada para que no volviera, en contra de lo que anunció oficialmente la URSS. En aquel momento, las informaciones sobre su final fueron polémicas y contradictorias. En un principio se dijo que Laika falleció al cabo de una semana por falta de oxígeno. Sin embargo, la verdad se supo en 2002. Laika murió a las 7 horas del despegue debido al estrés y al sobrecalentamiento de la nave. Fue el primer animal en morir en órbita. Cinco meses después, la nave se desintegró en la atmósfera entre el Caribe y América del Sur.
