En Por fin no es lunes en la sección Esto te va a sonar echamos la vista atrás para recuperar un sonido que ha conseguido sobrevivir a lo largo de los años. Hablamos del Código Morse que hoy celebra su día. El famoso sistema de puntos y rallas que se transmitía a través de los cables eléctricos revolucionó la comunicación a larga distancia ya que permitía mandar mensajes de una punta del mundo a otra prácticamente en cuestión de segundos.
El creador del Código Morse fue Samuel Morse que no era ni inventor ni científico. Era pintor de cuadros. Hacía retratos a personalidades y presidentes de EEUU y llegó a ser el presidente de la Academia Nacional de Dibujo de Nueva York. Era un gran aficionado a la electricidad y cuenta la historia que el detonante que le llevó a mejorar las comunicaciones a larga distancia fue la muerte de su mujer. Cuando estaba trabajando lejos de casa, recibió una carta en la que le indicaban que su mujer estaba muy enferma. Cuando él quiso regresar a su hogar, su mujer había muerto.
Samuel Morse contó con la ayuda de su socio, Alfred Vail, para crear el Código Morse. En realidad, fue Vail el verdadero inventor ya que fue a él a quien le debemos la idea de convertir las letras y los números en combinaciones de puntos y rayas para poder transmitir mensajes. El primer mensaje en Código Morse que se mandó fue una cita bíblica el 24 de mayo de 1844. Fue todo un éxito convirtiendo a este sistema en algo fundamental en la I y II Guerra Mundial.
Algunos expertos aseguran que el Código Morse fue el precursor de nuestras actuales redes sociales. De hecho, existen registros que constatan que de aquella red de telégrafos que usaba el Código Morse salieron numerosos matrimonios que se conocieron en la distancia. Aunque ya no se utiliza de forma oficial, los radioaficionados o los Boy-Scouts continúan usándolo.
