Hoy en Por fin no es lunes cogemos nuestra Carretera Secundaria con Eva García para dirigirnos a la meca de los auténticos pimientos de Padrón. Esos que “unos pican y otros no”. Pero ¿realmente conocemos todos sus secretos? ¿Qué es lo que sabemos de ellos?
Para empezar, hay que aclarar que los verdaderos, los auténticos, los originales pimientos de Padrón son los de Herbón. Por eso hoy dirigimos nuestra Carretera Secundaria hacia esa dirección. Para los que no lo sepan, Herbón es una pequeña parroquia del Concello de Padrón y hasta allí llegaron las primeras semillas del pimiento de Padrón.
Su origen se remonta al siglo XVII, cuando unos monjes franciscanos, que hacían misiones por las Américas, trajeron del estado mejicano de Tabasco su producto más preciado. Esas semillas las cultivaron en el interior del Convento de San Antonio, en Herbón, y unos años más tarde, en época de hambruna, las compartieron con vecinos y agricultores. Aquellas semillas alcanzaron tanta importancia que se entregaron en dotes y en herencias, y nunca salieron de su zona de producción. De esta forma, las semillas pasaron de generación en generación hasta nuestros días.
Denominación de Origen Protegida “Pimientos de Herbón”
El camino para conseguir el reconocimiento de calidad y autenticidad no ha sido sencillo. Los productores de Herbón tuvieron que luchar varios años hasta que en 2009 consiguieron registrar la Denominación de Origen Protegida “Pimientos de Herbón”. Con anterioridad, les ocurrió que cuando fueron a realizar la solicitud para registrar la marca “Pimientos de Padrón” se encontraron que había una empresa de semillas que ya lo había hecho. Así que tuvieron que optar por otro nombre. El que finalmente consiguieron, el de Denominación de Origen Protegida “Pimientos de Herbón”.
Superado aquel escollo, recientemente han tenido que “batallar” en la Unión Europea, ya que el Ayuntamiento de Padrón quería registrar la marca “Padrón auténtico” para distinguir diferentes productos de la localidad. Entre los epígrafes se encontraba el de la huerta y, por ende, el de los pimientos (el mismo que el de la Denominación de Origen Protegida).
Cuando el Concello Regulador del Pimiento de Herbón se enteró, se opuso porque podía generar confusión en los consumidores. Decidió presentar un recurso. Aquel se desestimó. Pero volvieron a recurrir y ahora sí, les han dado la razón. La Oficina de Propiedad Intelectual ha dicho que la marca de “Padrón auténtico” puede llevar a confusión al consumidor.
Así que pimientos de tipo padrón hay muchos y se cultivan en distintas partes del territorio, pero los originales son los de la Denominación de Origen Protegida “Pimientos de Herbón”. Te animas a descubrir por qué unos pican y otros no.
