CON ISABEL LOBO

Un atajo… comparagón, masquetodo y mejorista

Uno de esos para los que lo tuyo siempre será mejor que lo mío porque...

ondacero.es

Madrid | 17.10.2021 09:48

C-O-M-P-A-R-A-C-I-O-N. Acción de comparar. Expresión de las relaciones de semejanza existentes entre dos o más cosas. Figura retórica de pensamiento que consiste en la comparación explícita de una cosa con otra.

Paralelismo, cotejo, parangón. En comparación la comparativa, de comparar el compartir que es de comadreo. Comparamos precios, visiones, ideologías. Lo mismo da un tornillo que una mente prodigiosa. Pero habitualmente comparamos para negativizar que no relativizarque saldría más barato. Comparaciones, graciosas, cotidianas, de altura. Comparaciones. odiosas. Nos pasamos la vida comparando y comparándonos. ¿Qué resulta entonces como agravio comparativo?

Mis comparaciones favoritas está en los gestos de tal o cual por el camino, da igual el corto que el largo que el del estornino. Y luego están las cosas que no tienen ni punto de comparación, tampoco punto de retorno. ¿Qué actitudes generan comparaciones? Nos hace sentir incómodos que nos comparen con los demás, pero lo hacen constantemente. A los demás les hace sentir incómodos que los comparen con otras personas, pero lo hacemos constantemente. AHORA si te las tomas bien, las comparaciones pueden ser motivación o revulsivo de… De algo.

¿Quién se inventó la comparación?... La teoría de la comparación social, propuesta inicialmente por el psicólogo social Leon Festinger en 1954​, se basa en la creencia de que hay un impulso dentro de los individuos para obtener autoevaluaciones rigurosas. La comparación como distorsión: La comparación en sí misma es una gran equivocación y sus efectos pueden ser devastadores para la autoestima, pero, peor aún, nos hace sentirnos mejores o peores en relación a aquello que estamos comparando y eso provoca una distorsión en nuestra propia imagen" Ultimo tralarito…

Que si la ópera no se puede comparar con la zarzuela que si puede hacerlo con el musical. No conviene comparar personas o cosas entre sí, para evitar que alguna se sienta menospreciada o porque cada una tiene sus propios valores. Observaciones: Toda comparación es odiosa (La Celestina IX 35). Las comparaciones son siempre odiosas (El Quijote II 23). Pero qué ocurre cuando antes de comparar entra la autocritica: cuando evaluamos nuestras capacidades, nos comparamos con personas mejores, por el deseo y puro placer de mejorar.