Alex Mumbrú ha reconstruido el equipo en el que estaba hasta hace unos días, el Bilbao Basket. Estaba en una senda peligrosa y lo ha dejado clasificado para las competiciones europeas. Lo que ha hecho Alex y que ha funcionado en el equipo es la mentalidad que ha tenido él. Aunque era ahora el entrenador, siempre ha sido un jugador más.
Lo más duro para Alex ha sido contarle a sus hijos que dejaban Bilbao, que tenían que irse de la ciudad en la que siempre han vivido y en la que tienen sus amigos y a los que no han podido contarles nada, han tenido que guardar el secreto. Es una decisión que no le afecta solo a él, sino que afecta a tu familia. Así es la vida del deportista, cambios constantes y decisiones complicadas.
