Hoy hablamos del trabajo. ¿Hace falta trabajar? ¿A quién se le ocurrió? Para mucha gente, el trabajo es poco menos que una tortura. Para otros, en cambio, es el camino a la realización personal, quienes consideran que son lo que determina su oficio, una condición del ser, una parte esencial de la naturaleza humana.
En los proverbios bíblicos encontramos que hay que currar para ganarse el paraíso: "El de manos diligentes gobernará pero el perezoso será subyugado". Por ello, hemos recurrido a la biblia del siglo XXI, Google, la cual nos ha sugerido que trabajar es de tontos y de cretinos.
¿Qué es el trabajo? ¿Esclavitud?¿Un derecho? Por lo menos eso promete nuestra Constitución Española, en su artículo 35: "Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo". Sin embargo, es un derecho que nadie nos garantiza como reflejan los más de 3,4 millones de parados que hay en España.
¿Y si pudiéramos vivir sin trabajar? Es un debate que se abre camino con el avance de la robotización.
El Fondo Monetario Internacional ya propuso la subida de impuestos y la instauración de una renta básica universal. Mientras, el Papa Francisco, durante el confinamiento, recomendó pensar en un salario universal. "Quién sabe… Quizás lo de trabajar pase de moda", ha dicho Carles Lamelo.
¿Se puede vivir sin trabajar? Jesús Arroyo, propietario del blog, "Al fin libre", es el ejemplo de que sí. De su mano y de la de José Castelló, autor del libro, "Vivir sin trabajar", descubrimos como llevarlo a cabo pudiendo llegar a fin de mes.
