Ingredientes
- 8 tomates maduros con su penacho, medianos y bien prietos.
- 8 pimientos del piquillo abiertos.
- Picadillo de carne guisada tipo boloñesa, con su tomate y su sofrito… también valen unas jijas, zorza o un picadillo.
- Caldo de carne reducido o agua + pastilla reducida o restos de jugo de asar un pollo… lo que sea con pinta de salsilla oscura guapa.
- 1 vaso pequeño de vino oloroso seco.
- 1 pedazo hermoso de mantequilla.
- Sal y azúcar (para quitar la acidez del tomate)
¿Cómo se elabora?
Primero, encendemos el horno a 180ºc.
Por otro lado, a los tomates les hacemos una incisión en la base, en forma de cruz, y los sumergimos en agua hirviendo, de a pocos y durante unos segundos. Después, los escurrimos y los ponemos en abundante agua con hielo. Esto se hace para poder pelarlos bien.
Luego, les cortamos una base para que se mantengan quietos, les rebanamos la tapa con su penacho, los vaciamos con una cuchara y los ponemos en una fuente de horno.
Dentro metemos un pimiento piquillo abierto, lo salpimentamos y añadimos azúcar. Además, los rellenamos con la boloñesa y ponemos las tapas. (Si queremos que quede flamenco añadirle al picadillo hierbabuena picada fresca).
A continuación, los regamos con el vino, la mantequilla y el caldo reducido o restos de jugo. Los metemos en el horno durante 1 hora sin dejar de regarlos por encima con una cuchara, para que se asen y queden oscuros y brillantes.
Si se seca el fondo de la bandeja, añadimos agua o vino.
Están muuuucho más ricos si los comemos templados o fríos.