1.- ¿Cómo es posible que la crisis política e institucional que se deriva de la repetición de elecciones no se haya cobrado una sola renuncia, una dimisión, acaso una disculpa?
2.- ¿De verdad van a presentarse a las urnas del 10 de noviembre exactamente los mismos candidatos y los mismos dogmas que han llevado al gatillazo?
3.- ¿No fue particularmente lamentable el tono mitinero y vocinglero ayer de la última sesión parlamentaria? En lugar de recogerse y abochornarse, unas y otras señorías transformaron la sesión de control en la sesión del descontrol.
4.- ¿Y no es sarcástico que sigamos tirando hacia adelante con los Presupuestos de Mariano Rajoy? Imaginamos la placidez con que el ex presidente del Gobierno debe estar fumándose un puro.
5.- ¿Cuánto pueden alterar el terreno de juego y la euforia socialista la sentencia del procés, la eventual crisis económica, el fantasma de los Ere o la desmovilización de los votantes de la izquierda?
6.- ¿Y no os parece que lo más estable de los últimos dos años es el cadáver de Franco? Ahí sigue, en Cuelgamuros. Otra legislatura caduca sin que Sánchez haya logrado evacuarlo.
7.- ¿Tenía razón el presidente de la patronal cuando decía en este programa que es mejor la repetición de otras elecciones a la congoja e incertidumbre que supondría una coalición del SOE con los populistas expuesta al chantaje de los soberanistas