Dedicamos la hora de los oyentes, en la que nos acompaña Goyo Jiménez, a hablar de aquellos buenos docentes que han dejado huella en sus vidas. Pilar agradece a sus profesores de inglés que le hicieran amar el idioma y a Manolo le marcó Doña Adela que en parvulitos también hacía de madre. José, 35 años después, sigue aplicando las enseñanzas de Don Victoriano y Cristina rinde homenaje a su padre, profesor en el rural de Galicia de los años 60.
Emocionantes homenajes de oyentes a sus mejores maestros
Dedicamos la hora de los oyentes, en la que nos acompaña Goyo Jiménez, a hablar de aquellos buenos docentes que han dejado huella en sus vidas. Pilar agradece a sus profesores de inglés que le hicieran amar el idioma y a Manolo le marcó Doña Adela que en parvulitos también hacía de madre. José, 35 años después, sigue aplicando las enseñanzas de Don Victoriano y Cristina rinde homenaje a su padre, profesor en el rural de Galicia de los años 60.