Emilio de Madrid, nos cuenta que una tía suya es "el despiste personificado". Recuerda que una vez iban en coche y cuando le dijeron que le estaba sonando el móvil ella comenzó a moverse y dijo "¿el móvil? Ay, ¿a que me lo he dejado en casa?".
Desde Madrid también nos llama Alfonso, para hablar de su mayor despiste. Estaba con una amiga en una cafetería y salió un momento en busca de una cabina para llamar por teléfono. "Me despisté y creía que llegaba tarde a una cita, así que me monté en el coche y me fui". Pasó un rato hasta que se dio cuenta de que se había olvidado de su amiga y la había dejado sola esperándole.
Nos vamos a Zaragoza para escuchar la historia de Tania. Nos cuenta que un día metió la taza del desayuno al microondas y mientras se calentaba se fue a la ducha. Pero al volver la taza no estaba. Resultó que, como tiene el microondas encima del frigorífico, "había metido la taza del desayuno en el congelador pensando que era el microondas".
Y María José, de Calatayud, recuerda una anécdota de una amiga de la infancia. Cuenta que antes "se cocía el jabón en una cazuela aparte para luego meterlo en la lavadora", y que un día la madre de su amiga le pidió que lo echara a la máquina. Pero la niña se confundió de olla y "metió en la lavadora un cocido" que se estaba cocinando junto al jabón.
