Ha habido un intento de agresión a un militar. El acoso a los críticos con el proceso independentista es creciente en las redes sociales. Y hemos podido conocer en detalle el bulling al que varios profesores sometieron a sus alumnos hijos de guardias civiles después del uno de octubre. Ante esta situación, caben dos opciones que los partidos constitucionalistas deben afrontar. Y, muy especialmente, el gobierno de la Nación.
La primera opción es la que está prevista: que se levante el artículo 155 cuando haya nuevo gobierno de la Generalitat, y confiar en que sea un gobierno razonable. Y sólo un ingenuo puede confiar en eso. La otra opción, que nadie parece plantearse de momento, es mantener el artículo 155, mientras no se normalicen las cosas. Sería a largo plazo, porque no parece que eso esté a punto de ocurrir. Y no ocurre porque a Puigdemont no le conviene.