Después de las elecciones, el PSC podría ser la clave para que, o bien se forme un gobierno independentista, o bien un multipartito de izquierdas que incluya a los independentistas, o (tercera opción) un tripartido constitucionalista. El sector más españolista del PSOE presionará para que el PSC acepte gobernar con Ciudadanos y PP, y romper así la hegemonía independentista.
Pero el sector más izquierdista del socialismo presionará para ir con los Comunes y con Esquerra. Y Pedro Sánchez se enfrentará, otra vez, a ese gran jeroglífico que los socialistas no han terminado nunca de resolver, y que condiciona su imagen ante los españoles: saber dónde exactamente se sitúa el PSOE cuando se trata de establecer una visión de España…