Después el partido del sábado en el Wanda Metropolitano, con ese Athletic que comenzó ganando, y que terminó perdiendo en el descuento, vaticinaba una jornada sorprendente que estalló ayer en el Camp Nou cuando el Betis se puso 0-2 y terminó ganando al Barça 3-4.
Conviene recordar los malos ratos que le han dado a Quique Setién no hace mucho, cuando ese equipo no ganaba o encajaba demasiados goles. Ese equipo juega muy bien. Pero asume riesgos, porque para jugar así, buscando la gloria y el espectáculo, sin tener las estrellas del Barça y el Madrid, tienes que compensar líneas y esfuerzos, y asumes riesgos.
El premio es la gloria, y la belleza de verlos; eso sí, cuando se rompe algún eslabón en la cadena, se rompe todo, y suele ser consecuencia de la derrota. Es como torear de verdad o pegar pases. En Andalucía saben a qué me refiero. Y después de la victoria del Betis, llegó la del Madrid en Vigo, que va a mantener a Solari como entrenador, y que deja al Madrid a cuatro puntos del Barça, cuando ayer por la mañana estaba a siete. Admirable la liga de este año, que con el mejor reparto del dinero de la televisión ha equilibrado más a los equipos, y tiene a los cinco primeros metidos en una distancia de tres puntos. Ganará el espectáculo, ganará nuestra liga y ganará nuestro fútbol.