Eran aquellas ligas en que se llegaba a la última jornada con varios equipos optando al título, y aquel año, ese viernes era líder el Depor, pero si no ganaba al Espanyol, podía ser campeón el Barça o incluso el Zaragoza. Pero el Depor, que ya había perdido una liga en la última jornada, en aquel penalti que falló Djukic, no podía fallar otra vez, y no falló. Ganó 2-0 al Espanyol y se proclamó por primera vez en su historia Campeón de Liga.
Recuerdo aquel autobús por las calles de Coruña en las que hice el programa con los jugadores y el presidente Lendoiro, que me iba haciendo de guía a medida que nos encaminábamos a la Plaza de Cuatro Caminos, donde esperaba una multitud enfervorizada. Después el Depor volvió a ganar otra Copa del Rey, fue en el Bernabéu, la del centenariazo del Madrid… y luego ese club, que enamoró a España en esos años, se fue deshaciendo hasta el actual momento en el que pelea en estas últimas jornadas por evitar el descenso a Segunda B.
Para el Depor sí que cualquier tiempo pasado fue mejor. Era otro fútbol, más local, menos global, no existía el actual merchandaising y los partidos se jugaban casi todos a la misma hora. Los presidentes eran todos más viscerales, más apasionados, aquel Jesús Gil, Lopera, Caneda, Mendoza, Cuervas, Retamero….eran otros hombres, otro estilo, otro lenguaje, también era otra radio, otra televisión, otro periodismo… Después los contratos de televisión hicieron más ricos al Madrid y al Barça y esas ligas con llegadas al Sprint en los finales de temporada se acabaron, y empezaron estas ligas duales de ahora, que no sé si os gustarán más o menos, pero es lo que ahora tenemos.