Pero a mí me preocupa que al calor del nacionalismo español comiencen a salir otra vez aquellos grupos ultras que pensábamos estaban en fase de desaparición. Lo digo por las peleas brutales en Vitoria el sábado, y en Valencia hace unos días, y en algún otro punto de la geografía española donde están citándose para peleas multitudinarias a través de las redes sociales, con el argumento de sus radicales ideas del nacionalismo que discuten a base de insultos en las redes sociales, y que luego se desafían citándose en las calles para destrozar el local de algún humilde trabajador que se gana la vida en él.
No se trata de esconder, ni disimular el orgullo patrio de cada uno, faltaría más, pero me resulta curioso que hayan sido ultras de algunos equipos de fútbol los que hayan violentado las calles y los locales de algunas ciudad españolas, bajo la excusa de unas ideas nacionalistas, que solo ellos defienden a golpes o puñaladas. Los más, seguimos pensando que hay otra forma de entendernos todos para vivir juntos en paz y mayor comodidad. Porque hay actitudes y pensamientos tan estúpidos, que solo se pueden justificar con actos estúpidos, y esos son los que me preocupan a mí.