EL COMENTARIO DE DE LA MORENA

José Ramón de la Morena: "Sería curioso que el radicalismo independentista lograse consensuar a Tebas y Rubiales"

Esas calles de Barcelona amenazadas por turbas organizadas para crear el caos y el terror, preocupan también, y mucho, al mundo del fútbol, que tiene fijado su partido más importante de esta primera parte de la Liga, para el sábado de la próxima semana: Barça-Real Madrid a la 1 de la tarde.

José Ramón de la Morena

Madrid | 17.10.2019 08:30

Dada la situación en las calles de Barcelona, que para ese sábado 26 tienen fijadas más manifestaciones contra la sentencia del Tribunal Supremo, la Liga de Fútbol Profesional ha trasladado a la Federación española de Fútbol la posibilidad de cambiar de día o de campo el partido. El Real Madrid esta mañana saca un comunicado en el que explica su negativa e imposibilidad a cambiar el orden de campos, aunque aceptaría un cambio de fechas.

El Barça no es partidario de cambiar de fecha ni de campo el partido, pero se intuye que sus dirigentes intentan mantener una postura que no les haga parecer cobardicas ni huidizos de las protestas contra la sentencia, que todos, al menos públicamente, se hacen los indignados. Como si la justicia y las sentencias se pudieran negociar.

En esa tesitura, intuyo que la Federación y la Liga, no van a querer propiciar un escenario tan mediático e importante como sería ese sábado el Camp Nou, que posiblemente verían en las televisiones del mundo más de 700 millones de personas, y que los radicales catalanes intentarían ocupar con sus soflamas políticas independentistas.

Aún no hay nada decidido, pero es posible que los radicales independentistas logren lo que no ha logrado nadie, poner de acuerdo a la Federación y la Liga, y que el partido se juegue en el Camp Nou, pero no el próximo sábado, sino el miércoles 4 de diciembre….y si comienzan a entenderse, puede que el Villarreal-Atlético de Madrid del 8 de diciembre se jugase en Miami, y la supercopa de la Federación, en los Emiratos Árabes. Sería curioso que el radicalismo independentista de algunos catalanes lograse consensuar a Tebas y Rubiales.