En el barrio del Cerro, en Cuba, encontramos varios testimonios de personas que no han acudido al homenaje al comandante en la plaza de la Revolución, por ejemplo, un joven minusválido que a pesar de su renta básica, tiene que vender dulces por la calle declara, "siempre lo vamos a recordar como a uno de nuestros líderes, hubiera preferido morirme yo antes que Fidel". Por otro lado, Esteban Quintana cree que llegarán tiempos mejores.