Corrían los años 80 en una emisora española llamada Antena 3 de Radio. Por su redacción y estudios centrales de la calle Oquendo 23 de Madrid pasaron muchísimos profesionales del medio. Grandes periodistas que tuvieron que afrontar, y nunca mejor dicho, una prueba de fuego cuando les tocaba dar los boletines horarios en el turno de madrugada del fin de semana.
Los presentadores de este espacio, Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, eran conocidos y temidos en Antena 3 de Radio por ir poniendo a prueba al pobre o a la pobre que le tocase hacer ese boleto en su estudio.
Los informativos que se leían se redactaban sobre un tipo de folio multicopia de tres capas muy muy fino, tipo papel cebolla, en los que se calcaba lo que se escribía en la primera capa. Esos papeles prendían que daba gusto. Que daba gusto a los de Gomaespuma, que a la mínima que tenían oportunidad sacaban el mechero para quemarle el guion a quien estuviese haciendo el boletín informativo.
Algunas víctimas, como Nieves Herrero, aseguran que en cuanto vieron cómo desaparecía su guion en sus propias manos, tuvieron que terminar inventándose el resto de la noticia. Otros, como Claro García, seguían impasibles leyendo sus informativos.
Pero como advertíamos antes, esto no era lo único que te podía pasar haciendo un boleto en medio de Gomaespuma. Juan Luis o Guillermo podían colarse por debajo de la mesa para desabrocharte el pantalón, agarrarte el tobillo fuertemente con la mano por sorpresa, e incluso meterte un cubito de hielo por el cuello de tu camisa mientras estabas leyendo. Qué gozada de compañeros.
