"Ya no estoy tan joven como antes", comentaba con humor Ray mientras saltaba dentro del bote. Pasaron un fin de semana en el que les acompañaron familiares de ambos. Después de la experiencia, Mati se ha mostrado muy orgulloso de poder compartir grandes momentos de pesca, y también de felicidad. Dice que le trató exactamente igual que a cualquiera de los amigos de su edad. Y que su objetivo era hacerle reÍr y algo más.
"No se trata sólo de ir a pescar. También relajarse, pasarlo bien. La idea era devolver a alguien la ilusión con algo que yo podía ofrecer". La diferencia de edad fue lo de menos para ambos.
"Gracias por todo lo que has hecho", decía Ray, "lo aprecio mucho". Mati lo que agradece es que Ray le haya cambiado la vida y le haya hecho valorar este tipo de vivencias. Ray y su nieto han invitado ahora a Mati y a su familia a que viajen a Adelaida, su casa, para que puedan volver a disfrutar de un día de pesca juntos.