Elisa Davey, líder del equipo de investigación, encontró una copia de la distribución del cementerio que había existido antes en el lugar de la casa de los Karners, donde había sido enterrada la pequeña. En esa copia figuraba un nombre: "Cook", buscaron el historial familiar para dar con descendientes vivos. Y dieron con Peter Cook, sobrino-nieto de Miranda, para lo que contaron con un antropólogo.
Primero contactaron con él y le hicieron una prueba de saliva (dice) y después de otros análisis pudieron asegurar al 99,9 por ciento que era familiar de Miranda. Fueron más de 1.000 horas de investigación de 34 voluntarios, estudiando casi 30.000 registros, comparando mapas de 1870 con 2017, rastreando árboles genealógicos y pruebas de ADN.
"Trabajamos muy duro para encontrarla", asegura Elisa,"fueron 11 meses…Te rompe el corazón pero a la vez te sientes contenta de poder devolverle su verdadero nombre". Miranda en realidad se llamó Edith Howard Cook, nació el 28 de noviembre de 1873 y murió, por desnutrición, el 13 de octubre de 1876. Los investigadores organizaron un nuevo entierro el 4 de junio de 2016 en una ceremonia que conmovió a toda la ciudad de San Francisco.