Dejó notas en la tumba, preguntó en la parroquia del pueblo e incluso acudió a reuniones de los Scouts en busca de alguna pista. Buscó también en los archivos de la localidad y dio con una lista de los niños que estuvieron con él el día que murió, preguntó en el colegio pero no tuvo éxito. Para la búsqueda, contó con el apoyo de una periodista de la BBC que, revisando la lista de gente que había acudido al funeral, encontró a un hombre que había estado con Karl el día del suceso y que había testificado en la investigación policial. Y le llamó.
El hombre, Ronald, de 84 años, contó a Ann que fue su amigo más cercano en los Scouts y cómo ese día, un grupo de unos 24 niños se metieron en el mar y se divirtieron durante un rato. Después todos se vistieron pero la ropa de Karl estaba intacta sobre la arena. Entonces entró en el agua junto con otro amigo y lo encontraron bocabajo y lo sacaron a la arena. "cosas que se quedan en tu mente" le dijo a Ann. Pero el misterio sólo se ha resuelto en parte porque Ronald sólo lleva flores para Karl, los poemas y otros regalos no se sabe de dónde proceden.