En enero de este año se hizo pública una nueva investigación utilizando la tecnología más sofisticada mediante ingeniería civil, a cuyo frente estaba el español Carlos E. Hermida García. Dio como resultado que las líneas de Nazca son en realidad un complejo sistema de canales para el riego de vastas extensiones del desierto, cuyo objetivo era controlar el agua y aprovecharla en las diferentes estaciones del año ante unas condiciones de humedad tan cambiantes y extremas.
Silvia Casasola cuenta que la matemática María Reiche dedicó toda su vida al estudio y conservación de estas líneas en la creencia que las figuras de Nazca eran un gigantesco calendario solar y lunar que los astrónomos peruanos utilizaban para hacer pronósticos sobre la cosecha y las lluvias.
Ambas teorías podrían solaparse, pues lo que no deja lugar a dudas es que los nazqueños eran un verdaderos sabios a la hora de controlar y gestionar los pocos recursos de agua en una zona tan árida.
