Narges Alizadeh y su marido Basir son dos afganos afincados en Barcelona desde hace tres años. Hace varios años se vieron obligados a abandonar su país debido a que el padre de Narges había sido colaborador de los comunistas durante su invasión y, consecuentemente, era un claro objetivo del poder talibán.
"Los talibanes provocaron un atentado terrorista contra mi familia que nos obligó a huir de Afganistán", explicaba Narges que se lamentaba de la vigente situación en su país: "Los afganos hemos visto por segunda vez el infierno en este mundo".
Por su parte, Basir, el actual presidente de la Asociación de Afganos y Catalanes, culpaba a los estadounidenses del auge de los talibanes debido a que "Estados Unidos ha dejado Afganistán en manos de los talibanes que han regresado con mucho más peligro", manifestaba antes de argumentar: "el setenta por ciento de los afganos hablan darí o persa y los talibanes ya están eliminando nuestro idioma y nuestra cultura".
En cualquier caso, la pareja confía en el apoyo de la comunidad internacional para derrocar a "un grupo radical y racista con las minorías értincas", porque solo de este modo, algún día, Narges y Basir le podrán enseñar a su hija Elena su país. "Esperamos volver porque el país es madre", concluían.
