Estamos en quinta ola y subiendo con la incidencia en 599. Lo incidencia de menores de 29 años llega a 1800. La presión en las UCI sobrepasa en Cataluña el 26% una cifra altísima. Esto invita a pocas alegrías y menos a autobombos. Y sigue el caos de las restricciones autonómicas. El Gobierno prefiere seguir enfocando el asunto al lado brillante de las cosas y no coger las riendas y planear una acción coordinada.
Es fantástico y brillante tener a la mitad de la población vacunada, pero los niveles de incidencia son malos y la presión en la UCI aumenta. Los expertos advierten que hemos vivido una desescalada "a lo bestia" que ha resultado en un incremento rapidísimo de los casos. Hasta Enrique Ruiz Escudero que defendió la retirada de la mascarilla ha reculado.
Boris Johnson sigue sin entender en que estamos embarcados. Ninguna restricción en vigor en Reino UNido. El lado bueno es que el sector turístico español se verá beneficiado, pero el intercambio puede ser también de virus.
El mayor peligro al que se enfrenta nuestro sistema democrático es el espionaje cibernético. Un programa de software israelí fue diseñado para perseguir a criminales y terroristas, también para infiltrar 37 teléfonos móviles que pertenecían entre otros a reporteros, activistas y a dos mujeres cercanas al periodista saudí Jamal Khashoggi, en el consulado de su país, Estambul, en octubre de 2018.
