Hace mes y medio que PSOE y Sumar firmaron su pacto de gobierno que incluye la revisión y prórroga del impuesto extraordinario a bancos y empresas energéticas. Sin embargo, la semana pasada el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, empezó a dar argumentos para no extender esta tasa.
Básicamente que el sector energético necesita invertir 300.000 millones de euros para que España avance en la descarbonización y reduzca su dependencia del exterior. Y de algún sitio hay que sacar estos fondos.
Del impuesto a los bancos aún no han dicho nada, pero el cambio de ambiente conducirá a lo mismo. Esta semana vamos a ver cómo los Bancos Centrales de Estados Unidos, Reino Unido y Europa no mueven los tipos de interés. De hecho, su bajada está cada día más próxima, como se aprecia en los mercados.
Al tiempo, el Banco Central Europeo (BCE) ha subido a los bancos los requisitos de capital y el Banco de España amenaza con exigirles la creación de algún colchón adicional en previsión de aumentos en los impagos.
En definitiva, con los tipos a la baja y las exigencias de capital al alza es fácil defender el final del impuesto extra a los bancos.
