Traigo las notas del día 26 del Estado de Alarma. En los últimos dos días he dicho que era el día 24. Haremos como que el día 25 no ha existido. Día 26, jueves Santo.
Todos los días son ya un poco el jueves santo y todas las horas del día son la madrugada. En un universo paralelo huele a incienso y no a lejía y a jabón de mandarinas. Penachos blancos, capirotes sentencias, azahar. Cruz de Guía en la Campana.
Sánchez sube a la tribuna del Congreso, presumido y guapo como los romanos guapos de los pasos. De la sesión en el Congreso de hoy solo diré que en esta pandemia, nadie querría estar en la piel de Sánchez salvo Sánchez, que por momentos parece disfrutar mucho. Sánchez siempre se gusta en el papel de Sánchez.
Este año con la Soledad procesionan 15.000 nazarenos. Por la Cuesta del Bacalao subirá La Macarena, tan guapa con con su muerte a cuestas. Este año la han vestido con el manto de polipropileno hidrófobo. Estrella de la Mañana, Esperanza nuestra. Luego saldrá el sol o eso se supone, y volverá a casa la Virgen por Resolana, manchada con las ojeras del humo de las velas, la marca de la puñetera mascarilla y la derrota de mi Españita de futuro cansado
En Sevilla aprendí las elipses, los ramitos de romero, el camino que lleva del llanto al cante, los amaneceres también que cristo siempre resucita el Domingo. Este año, se pospone todo: la desescalada, la crítica, el duelo y la resurrección.
