El cuaderno de Chapu: Franco

Decir que Franco descansa quizás sería decir demasiado.Creen que los jueces hay que paralizar la exhumación no sea que al cabo del tiempo haya que exhumarlo dos veces. ¡O más! Yo firmaría media docena de traslados solo por ver a la ministra Celáa Arlequino dando explicaciones encaramada en su trapecio rueda de prensa del CMin. Franco es el McGUFFIN pedrista: cambió el colchón, resucitó al dictador y dinamitó la derecha española, que sigue como aquel tobogán de Estepona. Sánchez siempre se equivoca bien. Hace un año, dijo que sacaría al dictador de su sepultura en una semana y ahí sigue. A mí también me cuesta salir de los bares. Hemos hablado de Franco en 2019 más que en 1951. ¡Es que hemos hablado de Franco más que de Rosalía! Franco en el Pardo, Franco en el Congreso, Franco en el Grindr Franco en los reflejos de un charco en una acera de Logroño... Franco en el Starbucks de Callao en la que las estudiantes extranjeras mandaban fórmulas de amor burocrático a los novios a los que ya no echaban de menos y que probablemente, a estas horas ya no serán sus novios. Porque la distancia es el olvido; el tiempo, parece que no.