Notas del 26 de octubre, el ministro Escrivá se ha servido el agua en el hueco para el vaso en el atril, y ya vemos el atril medio lleno. Se hace de noche en menos de lo que el letrado mayor del Congreso ha firmado el informe que avala la inhabilitación de Alberto Rodríguez. El primero recomendaba mantenerlo en su escaño y venía sin firma y sin membrete. Igual no quería firmar la primera versión.
En el sanchismo las cosas mutan muy rápido. Para ahorrar, ayer había que poner la lavadora a las cuatro de la mañana y hoy, entre las tres y las cinco de la tarde. Vivimos en un mundo líquido sin referencias ni valores inmutables. Ahora mismo voy a escribir una carta a mi hijo pequeño con algunos consejos para conducirse en la vida: "Hijo, en la vida, si tienes que poner la lavadora a las cuatro de la mañana, ponla. Pero nunca dejes de dormir la siesta para planchar. Escúchame: nunca".
Si hoy es martes, hay Consejo de Ministros. El Gobierno ha aprobado la Ley de Vivienda. Ha salido Ione Belarra en el Youtube. Los propietarios creen que la norma ahuyentará a los inversores y los inquilinos dicen que la medida es insuficiente.
En lo de la reforma laboral, Sánchez tiene que cumplir con Europa, con sus votantes y con Yolanda Díaz. Lo más difícil para Sánchez es cumplir consigo mismo. Ahora tiene que elegir entre enfadar al pueblo o a los poderes económicos y de momento, ha enfadado a ambos. Su Pedridad se las prometía felices con Yolanda Díaz, y ahora tiene que lidiar con la Caperucita de Fene. Díaz tiene a Sánchez entre el flequillo y la pared.
